miércoles, 21 de mayo de 2008

ESTUDIO SOCIAL


DATOS DE CONTENIDO

Descripción

Estado del Arte sobre el tema de la explotación sexual y comercial de los y las menores, desde abordajes investigativos y literarios. Si bien, la mayoría de los trabajos referido son realizados en Bogotá, se intenta dar un mirada global del problema a nivel nacional.Este texto hace parte del informe final de la investigación "Explotación sexual en Bogotá. Un enfoque multiaxial" realizada por el CEIDS (U. Externado de Colombia) para el DABSEl documento se organiza teniendo en cuenta los siguientes aspectos: Antecedentes, invisibilización y estereotipia del problema, prostitución en femenino y prostitción masculina; Políticas públicas y experiencias de atención directas a menores; el tratamiento literario y la utildad de las miradas.Aunque a partir de 1920 se escribieron y publicaron en el país un buen número de estudios con la prostitución como tópico principal, la prostitución infantil puede considerarse como un tema verdaderamente emergente, lo cual no quiere decir que el fenómeno no existiera desde antes, sino que su visibilización pública, y sobretodo, su conversión en objeto de estudio son muy recientes.


Fuentes

Barrido de estudios sobre prostitución en Colombia, donde sobresalen aquellos realizados en Bogotá por la Cámara de Comercio, los trabajos de Carlos Iván Ortiz, Miguel Alvarez-Correa, Fundación Renacer, Manuel Antonio Velandia Mora y Mónica Tobón, entre otros


Metodología:

Lugar de Investigación:

- Bogotá D.C., Bogotá D.C., Colombia, Centro


Recomendaciones:


Observaciones:
EJES TEMATICOS

Eje temático Prioritario: EstereotiposEje temático Prioritario: Sexualidad, cuerpo y generoEje temático Prioritario: Políticas publicas

Estereotipos

La prostitución infantil puede considerarse como un tema verdaderamente emergente, lo cual no quiere decir que le fenómeno no existiera desde antes, sino que su visibilización pública y, sobre todo, su conversión en objeto de estudio son muy recientes. Ello tiene que ver en gran medida con la imagen proyectada tanto en la sociedad como en los estudios internacionales que han circulado al respecto, como aquella ejercida por una mujer adulta, quien invariablemente se apoyaba al recostarse contra una pared con una pierna flexionada, imagen que velaba la particiopación de otros sujetos en el oficio: hombres adultos y menores de edad femeninos y masculinos, de otras modalidades del ejercicio distintas de la prostitución callejera y de prostíbulo, y de los demandantes, que aún hoy en día siguen siendo la "cara oculta" de la luna dentro de dicha problemática social. Así, si bien en Bogotá comienza a aser un tema explicito de referencia ya en los años 20, la explotación sexual de la infancia y de la juventud va a permanecer oculta, tangencial o subsumida en todo caso como tema a la prostitución femenina adulta.
Sexualidad, cuerpo y genero

Ante la falta de estudios de caracter diagnóstico tanto sobre la prostitución infantil como sobre la prostitución en general, con el propósito de diseñar políticas de atención, la Cámara de Comercio de Bogotá, bajo la dirección de la investigadora Olga Cabrera empezó a realizar estudios de acercamiento al problema, entre los cuales se publicaron estudios zonales sobre el centro (1991) y sobre Chapinero (1992), a raíz de los cuales el problema de la prostitución infantil empezó a adquirir su perfil propio, aunque entonces seguía estando referido a tan sólo mujeres. Con ese mismo enfoque, la Cámara realizó una investigación específica sobre prostitución infantil y adolescente en el centro de la ciudad (1993), el cual encontró una población de 2959 menores prostituídas entre las calle 1a y 26, y las carreras 3a y 18, cuando los estimativos de 1990 hablaban de 1200. "En otras palabras, el fenómeno de la prostitución infantil y adolescente en el centro de Bogotá, se ha más que duplicado en los últimos tres años"
Políticas publicas

Los estudios cuanti-cualitativos y de diagnóstico, particularmente los de la Cámara de Comercio y de la Defensoría del Pueblo, que obtuvieron una amplia difusión de los medios de comunicación, así como las recomendaciones formuladas por la Procuraduría Delegada para la defensa del Menor y la Familia -tras adelantar un diagnóstico en 19 departamentos del país-, llevaron a distintos organismos del nivel central y del Distrito a emprender iniciativas de concertación para la definición de políticas y la asunción de medidas específicas frente al problema. Por otra parte, se podía calificar como inaplazable el diseño de políticas públicas especializadas pues el Congreso de la República había promulgado ya hacía tiempo la Ley 12 de 1991 que convertía a Colombia en firmante de la convención de los Derechos del Niño, aprobado por la ONU en 1989, que en su articulado se ocupa del problema de la explotación sexual y comercial de los menores yq ue obliga a los Estados a tomar medidas específicas para combatirlo. Fue así como el ICBF se sintió llamado a liderar la implementación de proyectos y programas para atender a los y las menores explotad@s sexualmente. El Instituto escogió a siete regionales para iniciar programas piloto mediante convenios con varias ONG e instituciones integrantes del sistema nacional de Bienestar Familiar y vale la pena anotar que antes de 1993 había llegado a un acuerdo con la comunidad religiosa de las Hermanas Adoratrices para que esta adaptara a un programa dirigido a menores de sexo femenino en prostitución su modelo de intervención que ya había sido probado con mujeres adultas. El seguimiento de estos programas y el progresivo evidenciamiento público de la complejidad del problema, a medida que más estudios se iban conociendo llevó finalmente al ICBF a organizar conjuntamente con el Centro de Investigaciones sobre dinámica social (CIDS) de la Universidad Externado de Colombia el Seminario "Estrategias y modalidades de atención a niños y jóvenes vinculados a la prostitución", del cual se derivó la elaboración y publicación del plan "Plan de acción de los derechos de la infancia explotada sexualmente y contra la explotación sexual infantil" (1997). El Plan parte de una mirada multicausal del fenómeno en el que la mayor dificultad se centra en la indolencia social frente al mismo, organizada en patrones culturales que lo invisibilizan o naturalizan; analiza las dificultades y limitaciones institucionales y jurídicas para su superación y define medidas de acción específicas no sólo para organismos del Estado sino para otros sectores sociales, con lo cual configura de hecho, una perspectiva de corresponsabilidad.En el ámbito bogotano, el Departamento Administrativo de Bienestar Social del Distrito (DABS) comenzó a gestionar en 1998 ante diferentes entidades estatales y no gubernementales la integración de un comité que se encargara del manejo de la problemática. Así, se conformó el Consejo Distrital para la Atención Integral a los menores en abuso y explotación sexual, como encargado para diseñar el plan de atención. Este Comité fue creado por el Consejo de Bogotá en 1998.El documento del Plan Distrital desarrolla una serie de estrategias de intervención destinadas a que cada uno de los sectores de la administración se haga partícipe de la atención a esta población y se reconozca como responsable den la solución del problema.La directriz, diseñada por el Consejo analiza la situación actual de la explotación sexual y comercial de los menores y el marco legal y conceptual desde el que se maneja. Luego plantea, en extenso, las acciones concretas de las instituciones en cada uno de los niveles de intervención, prevención y atención. En tercer lugar, describe la corresponsabilidad y el rol de cada uno de los organismos distritales en el manejo del problema para finalmente desarrollar una evaluación del impacto de los programas correspondientes, que hagan posible el seguimiento del proceso desde su inicio.

EJES ANALITICOS

Orientacion sexual

La investigación revela cómo el tema de la prostitución en Colombia, exactamente en Bogotá, se ve limitado al concepto de la mujer adulta parada contra una pared en las calles, sin considerar la participación creciente de menores de edad, no sólo mujeres. Como lo son hombres adultos y menores de edad, que ejercen la prostitución de maneras diferentes a la callejera y al prostíbulo.

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